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Desde sus orígenes, la radio ha estado estrechamente relacionada con la globalización y el desarrollo social y político. Este medio se empleó en las regiones coloniales para promover sus propias identidades nacionales asi como para lograr la independencia. Además, era (y sigue siendo) una forma de conectar a las personas que viven en zonas periféricas y aisladas con el resto del mundo.
En países y regiones con falta de acceso a Internet, por ejemplo, la radio ha seguido siendo una herramienta democratizadora, especialmente los proyectos de radio comunitaria.
La radio comunitaria es el proceso por el cual los ciudadanos desarrollan y emiten sus propios programas. Incluso operan la radio ellos mismos. Es una mezcla de pasatiempo y herramienta para el cambio sociopolítico, dependiendo de la región y el propósito. Pueden compararse con las radios estudiantiles, con la diferencia de que las radios comunitarias surgen de la iniciativa de los ciudadanos y no de una institución educativa.
Las radios comunitarias se sitúan en la intersección entre lo que tradicionalmente se ha definido como periodismo y lo que no. Dejando de lado las discusiones académicas, hay muchos aspectos de la radio comunitaria que se asemejan al periodismo tradicional: está presente en zonas rurales y urbanas; tiene un alcance de audiencia corto y largo; y responde a diversas necesidades de la audiencia (información local, música, entretenimiento). Además, la radio comunitaria busca el beneficio social (promoción de la lengua propia, los valores, las creencias), que es un aspecto distintivo de este tipo de radio.
En Nueva Zelanda existe actualmente una de las iniciativas de radio comunitaria más populares. Está impulsada por la comunidad maorí, el pueblo indígena del continente Aotearoa - que significa Nueva Zelanda en su propia lengua. La radio comunitaria ya ha demostrado su gran valor en caso de catástrofe en dos ocasiones (durante un terremoto y durante un atentado terrorista) proporcionando información actualizada en varios idiomas. Incluso el Ministerio reconoció la importancia que tiene la radio comunitaria para llegar a los no angloparlantes con información relevante.
Tradicionalmente, los proyectos de radio comunitaria también han sido relevantes en regiones con un gobierno inestable o con revueltas políticas como forma de difundir información que no está controlada por ningún poder ejecutivo. Desde los años 90, ha habido un resurgimiento de este tipo de emisoras en países como Hungría, México o Venezuela. En algunos casos la regulación de la radio comunitaria ha favorecido la accesibilidad a las herramientas de producción radiofónica, pero en otros casos ha establecido limitaciones a los contenidos que se emiten.
La situación es diferente en los países occidentales. Las radios comunitarias de Estados Unidos y el Reino Unido, por ejemplo, luchan por sobrevivir a pesar de su relevancia participativa y democrática debido a la amplia oferta de radios de medios profesionales.
La radio comunitaria es, en primer lugar, un servicio público que contrarresta la mercantilización del mercado y, en segundo lugar, un servicio que contrarresta los mensajes dominantes que aparecen en los medios de comunicación convencionales y favorece la diversidad y la accesibilidad de la información para todos.
Además, es importante reconocer que los proyectos de radio comunitaria no son ajenos a la transformación digital que se está produciendo a nivel global y en el mundo de la comunicación en particular. La transmisión terrestre sigue siendo fundamental para las radios comunitarias, pero hay emisoras en todo el mundo que están adoptando la digitalización y ofrecen un sitio web, se promocionan a través de las redes sociales u ofrecen transmisiones en directo. Este proceso mantiene a las radios comunitarias conectadas con lo que ocurre también en la esfera virtual.
Un estudio completo de las radios comunitarias llenaría libros, pero en pocas palabras, los proyectos existentes a nivel mundial son tan diversos como originales. Este tipo de emisoras están conformadas por la cultura distintiva y los aspectos históricos de cada región. Pero una de las lecciones que podemos extraer es que el valor de las radios comunitarias (a menudo medios de comunicación sin ánimo de lucro y participativos) reside en que prestan un servicio a una comunidad concreta.
A la hora de analizar los mensajes que se difunden y comprender las necesidades de los ciudadanos, no solo es útil monitorear las retransmisiones de los principales medios de comunicación, sino también de las radios comunitarias de todo el mundo.
Dos ejemplos de por qué merece la pena hacer monitorear las retransmisiones de las radios comunitarias son: uno, donde no llegan otros medios de comunicación, estas emisoras pueden ser la única fuente de información. Por lo tanto, tendrán un gran impacto en sus oyentes y esto no debe subestimarse. En segundo lugar, las radios comunitarias, como hemos visto, pueden tener una finalidad política y funcionar como instrumentos de propaganda de grupos de interés. Por lo tanto, investigar estas emisoras mediante el monitoreo de medios puede ser relevante por razones políticas, sociales y económicas.
Si bien para muchos servicios de monitoreo de medios resulta imposible incluir el monitoreo de esta fuente de información, eMM si ofrece la posibilidad a sus clientes. Nosotros proporcionamos un servicio de monitoreo de medios online a medida, que es capaz de rastrear la cobertura de noticias y la presencia de anuncios en la radio comunitaria para cualquier persona interesada en prestar atención a este medio de gran relevancia social.
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